Comencemos la investigación: Por la ubicación: adoquines en el suelo = casco histórico. Por el recipiente: botella de vidrio negro. Por el contenido: vino. Por la contra etiqueta: excelente denominación Montilla-Moriles. Vamos que blanco y en botella: Mananta.
Hay que ver como se parecen las distintas generaciones, por mucho que intenten ser diferentes, beber en la calle, todo un placer, molestar con roturas de vidrios y voces descompasadas todo un coñazo, lo haga la generación que lo haga.
En P.Genil es todo un tabú el hablar mal de algunos aspectos de la Semana Santa, pero, cuantos sufren en silencio la vecindad de un Cuartel o los pelmazos pasaos de turno.
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